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Unas buenas vacaciones: desconectar para aumentar la productividad y la creatividad



Ya estamos en verano y seguramente te estarás preguntando qué hacer: si tomar vacaciones o no. Para algunos emprendedores, sobre todo cuando recién empiezan, las vacaciones se presentan como un inconveniente más que como una oportunidad. Piénsalo un momento: ¿Eres de los que piensan que las vacaciones son una pérdida de tiempo? ¿O te sientes culpable por dejar de trabajar unos días? ¿Eres incapaz de desconectar del todo y sigues pendiente del correo, del teléfono o de las redes sociales?


Si es así, quizás deberías replantearte tu forma de ver las vacaciones. Lejos de ser un lujo o un capricho, las vacaciones son una necesidad y un beneficio para tu salud, tu bienestar y tu negocio.


Las vacaciones te permiten descansar, relajarte, recargar energía, disfrutar de tu familia, tus amigos, tus aficiones y conocer nuevos lugares, culturas y personas. Pero, además, las vacaciones te permiten aumentar tu productividad y tu creatividad cuando vuelves al trabajo. Y si estás en plan incrédulo, sigue leyendo… ¡Lo necesitas!


Cómo las vacaciones aumentan tu productividad


Como siempre, empezamos por el principio. ¿Qué es productividad?


La productividad es la capacidad de realizar una tarea o un trabajo en el menor tiempo posible y, por supuesto, con la mayor calidad posible. No llega de la nada ni por inspiración ni tampoco hay que haber nacido productivo para para serlo. Más bien, está sujeta a varios factores que nos condicionan. La productividad —tu productividad— es directamente proporcional a tu nivel de motivación, organización, concentración y eficiencia.


Sin embargo, la productividad no es lineal ni constante. No se trata de trabajar más horas que los otros o más duro que nadie, sino de trabajar mejor. Y, para trabajar mejor, a veces hay que parar y desconectar.


Las vacaciones te ayudan a aumentar tu productividad de varias formas:


Reducen el estrés. El estrés es uno de los principales enemigos de la productividad, ya que afecta tu salud física y mental, tu estado de ánimo y, por tanto, tu rendimiento. Las vacaciones te permiten liberar ese estrés que has acumulado durante meses y recuperar el equilibrio emocional.


Mejoran el sueño. ¿Quién no ha padecido alguna vez una noche de insomnio por el agobio de las preocupaciones? ¿Y cómo te sentiste al día siguiente? ¿Fuiste productivo? Con toda seguridad, no. El sueño es esencial para la productividad, ya que influye en tu memoria, tu atención, tu concentración y tu capacidad de resolver problemas. Las vacaciones te permiten dormir mejor y más horas, lo que mejora tu funcionamiento cognitivo.


Aumentan la energía. Los coches necesitan gasolina o gasoil para moverse, los aviones usan Jet A1, tu microondas se alimenta de la red eléctrica para funcionar, el mando de tu tele necesita pilas. No hay nada en este mundo que pueda funcionar sin energía —del tipo que sea— y, por supuesto, tú tampoco. La energía es el combustible de la productividad. Las vacaciones te permiten recargar las pilas y renovar la vitalidad y la resistencia y, a largo plazo, mantener el ritmo y la intensidad de tu trabajo.


Refuerzan la motivación. La motivación es el motor de la productividad, ya que te impulsa a actuar y a perseguir tus objetivos. Puedes ser la persona más motivada de este mundo que, tarde o temprano, el cansancio hará que tu mirada se vuelva un tanto pesimista. Las vacaciones te permiten reconectar con tus valores, tus propósitos y tus pasiones, lo que mejora tu compromiso y tu entusiasmo.


Cómo las vacaciones aumentan tu creatividad


Antes de insistir en los numerosos beneficios de unas buenas vacaciones, intentemos definir creatividad.


La creatividad es la capacidad de crear, de generar ideas. Pero todos los emprendedores sabemos que cualquier idea no sirve; nuestras ideas deben ser, siempre que sea posible, originales, novedosas y útiles para resolver problemas.


Al igual que la productividad, la creatividad depende de varios factores, como la imaginación, la curiosidad, la inspiración o la innovación. Y, de la misma manera, tampoco es fija ni ilimitada. No se trata de forzar o presionar tu cerebro hasta cualquier límite con tal de hacerle —disculpen la expresión— parir una idea, sino de estimularlo y nutrirlo. Y para eso, a veces, hay que parar, buscar cambiar de escenario y de perspectiva.


Unas buenas vacaciones te ayudan a aumentar tu creatividad de varias formas:


Fomentan la diversión. La diversión es uno de los aliados de la creatividad, ya que favorece el pensamiento divergente, la asociación libre y el humor. Las vacaciones te permiten divertirte y disfrutar del momento presente, lo que mejora tu fluidez y tu flexibilidad mental.


Estimulan la curiosidad. Probablemente, el mejor aliado de la creatividad. Piensa en los niños, por ejemplo, son grandes curiosos y también increíblemente creativos. La curiosidad propicia el aprendizaje, la exploración y el descubrimiento. Las vacaciones te permiten conocer nuevos lugares, culturas y personas, lo que mejora tu apertura a diferentes realidades y tu sensibilidad.


Despiertan la inspiración. La inspiración es otro de los aliados de la creatividad, ya que facilita el surgimiento de ideas originales e inesperadas. Las vacaciones te permiten conectar con la naturaleza, el arte o las emociones, lo que mejora tu intuición y tu expresión.


Potencian la innovación. La innovación implica la aplicación práctica y exitosa de las ideas generadas. Las vacaciones te permiten salir de tu zona de confort, enfrentarte a nuevos retos y experimentar nuevas soluciones, lo que mejora tu capacidad de adaptación y de transformación.


¿Qué tipos de vacaciones son las más efectivas para mejorar la productividad y la creatividad?


Si te estás planteando tomarte una semanita para encerrarte en casa y recuperar el sueño perdido, olvídalo, esas no son las vacaciones que necesitas.


Entiendo que todos debemos revisar nuestro presupuesto antes de tomar una decisión, pero ya sea que te vayas a la montaña, a la playa, de visita a otra ciudad o país, intenta que sean unas vacaciones que te permitan desconectar completamente de tu trabajo. Solo así tendrás unas buenas vacaciones, de esas que mejoran la productividad y la creatividad. Nada de revisar el correo o aprovechar para adelantar algún proyecto relacionado con el trabajo ni pintar la casa o remodelar la cocina. Relájate y disfruta de actividades que te gustan.


En conclusión...


Las vacaciones son mucho más que un descanso. Son una oportunidad para mejorar tu salud, tu bienestar y tu negocio. Una oportunidad de oro para aumentar tu productividad y tu creatividad cuando vuelves al trabajo.


Por eso, no lo pienses tanto y tómate unas buenas vacaciones. No te sientas culpable ni te obsesiones con el trabajo. Disfruta del tiempo libre, desconecta de todo y recupera la ilusión y la energía. Verás cómo a la vuelta te sientes más productivo y creativo que nunca. ¿Te animas a probarlo?


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